Salud mental y pandemia de COVID-19 en Ecuador
Abstract
The COVID-19 pandemic has become one of the
largest health, economic and social disasters in human
history. In this context, there is a substantial increase
in various emotional disorders such as anxiety,
depression, use of psychotropic substances, loneliness,
irritability, stress, insomnia, anger, emotional
exhaustion, domestic violence, child abuse, among
others. As a result of these problems, mental health
professionals in Ecuador developed a protocol for
Tele-assisted Mental Health care. The Universidad de
Especialidades Espiritu Santo (UEES) welcomed the
initiative and created the psychological help line. To
describe the main symptoms that are related to
depression, anxiety, burnout syndrome and caregiver
syndrome registered in the psychological help line in
the context of the COVID-19 pandemic in Ecuador A
descriptive study was carried out, based on the
information collected in the main database of the
psychological helpline. Each of the interventions were
recorded and all psychological care from the first
month of operation of the psychological helpline
(March 27 to April 27, 2020) was considered as the
reference time. A total of 597 interventions are
included, excluding requests related to information
and medical requirements. To collect the information,
a card previously validated in its content by expert
criteria was used. In addition, sociodemographic
variables, symptoms, a risk classification and type of
consultations are included as main items. 62% of the
users corresponded to the female sex, the age range
between 20 to 30 years prevailed, most of the
individuals resided in the province of Guayas. A group
of 41 symptoms were established. In particular,
symptoms of distress, sleep disturbances, agitation,
tension, alertness and sadness stand out. Indeed, all
these alterations are related to depression,
2
anxiety, burnout syndrome and caregiver syndrome.
Keywords: COVID-19, Depression, Anxiety,
Psycholog
Introducción
En términos generales, en la historia de la humanidad
se evidencia un sinnúmero de pandemias que
desencadenaron cambios significativos en la forma de
vida de la población. La peste negra, el cólera y la
gripe española son claros ejemplos de epidemias ante
las que la sociedad se enfrentó sin los recursos
necesarios. A finales del 2019 e inicios del 2020 se
Revista INSPILIP - V 5 - Número E COVID-19 - Agosto 2021
CÓDIGO ISSN 2588-0551
observó indicios alarmantes sobre la evolución de una
serie de alteraciones físicas atribuidas al ahora ya
conocido COVID-19, patología que desencadena
afectaciones observadas también en el SARS y MERS.
En efecto, la República del Ecuador ha sido afectada
por la pandemia del COVID-19. Hasta el mes de junio
de 2020 se reportaban más de 39000 casos positivos
con un 8.5 % aproximado de mortalidad. Resulta la
provincia del Guayas la más afectada con el 36% del
total de afectados por la epidemia. De hecho, en el
país se presenta mayor incidencia en hombres en el
rango de edad de 20 a 49 años. El país declara el
estado de emergencia sanitaria el 11 de marzo del
2020 y a continuación se adoptan un grupo de medidas
de contención que además involucra el aislamiento
social con el fin de detener la propagación del virus 1.
Según la OPS las epidemias representan
emergencias sanitarias que originan un gran número
de enfermos y fallecidos. En consecuencia, los
recursos locales se sobrecargan y se afecta la
seguridad y el funcionamiento de la sociedad 2.
Desde la perspectiva de la salud mental, una
epidemia de gran magnitud implica una
perturbación psicosocial que puede exceder la
capacidad de manejo de la población afectada. Se ha
considerado, incluso, que toda la población sufre
tensiones y angustias en mayor o menor medida. Así
es que se estima un incremento de la incidencia de
trastornos psíquicos (entre una tercera parte y la
mitad de la población expuesta podrá sufrir alguna
manifestación psicopatológica, de acuerdo a la
magnitud del evento y el grado de vulnerabilidad).
Aunque debe destacarse que no todos los problemas
psicológicos y sociales que se presentan podrán
calificarse como enfermedades; la mayoría serán
reacciones normales ante una situación anormal 2.
En el contexto de la epidemia de COVID-19 se
exterioriza un aumento sustancial de diversos
trastornos emocionales, ansiedad, depresión, uso de
sustancias psicotrópicas, soledad, irritabilidad,
estrés, insomnio, ira, agotamiento emocional,
violencia doméstica, abuso infantil, entre otros 3,4,5,6.
El caso particular del aislamiento social que tiene su
máxima expresión en la llamada cuarentena, resulta un
factor desencadenante de ciertos trastornos psicológicos.
Algunos estudios plantean que el 73% de la población
sometida a cuarentena pudiera presentar afecciones
emocionales. En otra investigación que comparó los
síntomas de estrés postraumático en
Valcárcel Subía C.
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